Capítulo I
Estaba caminando para
la escuela, con mi camisa holgada celeste, shorts blancos y zapatillas, que
combinaban a la perfección con mi cabello castaño ondulado solo en las puntas hasta la cintura, con mis ojos cafés y mi altura normal para una chica de 13
años. Caminaba distraída cuando de repente escucho un grito.
-¡Melody!- Era mi
mamá, Elizabeth Thomas, profesora de arte en la escuela de Londres de la calle
45. Ella es alta, delgada, cabello castaño, largo y ondulado, de ojos marrones
con labios bien rosados. -¡Te olvidaste tus libros!
Cuando volteo a ver,
la veo a ella corriendo en pijama agitando la mochila con los libros por los
aires.
-Oh, gracias, me
olvide de ellos por completo.- Se lo dije bajando la mirada.
-¿Qué harías sin mí,
mi niña?- Lo dijo irónicamente esbozando una leve sonrisa ya que la noche
anterior habíamos discutido porque la lámpara de mi velador se había quemado y
ella quería ayudarme a cambiarla pero le dije que ya era grande y podía hacerlo
sola.
-Hmm…- balbuceaba, no
sabía que decirle, ella tenía razón, necesitaba de ella. –Debo irme, ya es
tarde.- Ella asintió con la cabeza, me despedí con un beso en su mejilla, volteé
y seguí caminando.
-¡Te Amo bebé!-
Exclamó y volvió a mi casa para alistarse para ir a trabajar.
-Igual yo madre.- Y
seguí camino, estaba mas distraída de lo normal, mas pensativa, seria.
-¡Meeeeeeeeeeeeeel!-
Era Brittany, mi mejor amiga desde los 10 años, ella es alta, delgada, de piel
blanca, ojos marrones, cabello castaño claro liso y de un carácter muy
especial, pero por sobre todo es muy buena persona.
-Hey Britt! ¿Cómo
estás?- Le pregunte
-Bien, oye, ¿cómo vas
con los preparativos?- Me preguntó muy entusiasmada.
-¿De qué hablas?- Esa
pregunta me hizo volver a la “realidad”
-De tu cumpleaños,
¡tonta! Cumples 14 el 9 de Septiembre por si no lo sabias.- Lo dijo
sarcásticamente.
-Ohh, cierto. Mm… no
sé que hacer.
-¿Invitarás a
Benjamin, no?
Benjamin, era mi
mejor amigo, el chico del que Brittany estaba enamorada desde que comenzó la
secundaria, era un chico muy guapo, más o menos alto, musculoso, cabello rubio
enrulado, ojos verdes y muy simpático.
-Claro, Britt, es mi
mejor amigo, por supuesto que debo hacerlo…
-¡Melody, Brittany!-
Eran Benjamin y su amigo, Pearse, un chico nuevo en la escuela, es de Irlanda,
se mudo aquí a Londres por curiosidad según me había contado Ben. Él es de mi
altura, cabello castaño con ondas, ojos color miel, delgado, y un leve tono
rojizo en la piel. Para mí Pearse, era el chico perfecto y el amor de mi vida,
pero no creía que se fijaría en mí ya que hay muchas chicas mas lindas que yo.
Siempre lo veía en los recreos pero ahora era la primera vez que lo veía tan de
cerca.
-H-h-h-ola.- Tartamudeó
Britt enrojecida.
-Hola Benjamin!
¿Quién es tu amigo?- Le pregunté desinteresadamente, claro que sabia quién era,
sabia todo acerca de él.
-Oh, disculpa, Me
llamo Pearse, pero puedes llamarme Pear.- Sonrió y nos estrechamos las manos.
Me dio mucha vergüenza porque al verlo me empezaron a sudar las manos.
-Hola Pear.- Dijimos
Britt y yo al mismo tiempo.
-Entonces, Brittany,
¿qué piensas sobre …- Benjamin se adelanto con Brittany y yo me quede con Pear
en un silencio incomodo.
-Dime Mel, ¿hace
cuanto eres amiga de Ben?- Pearse, hizo una pregunta para cortar la tensión.
-Bueno, creo que
desde los 6 años, íbamos juntos a la primaria y nuestras madres se hicieron
amigas.- Le conté toda la historia y el puso atención en cada detalle.
-Wow, eso es genial.
Yo desde hace unas semanas, es que me mudé desde Dublín a aquí a un par de
calles. Soy irlandés…-
Cuando hablaba, no
prestaba atención a lo que decía, solo miraba sus perfectos ojos, labios
rojizos y pecas en las mejillas.
-… ¿y tu?- Volví a la
realidad otra vez.
-¿Qué? Perdón me
colgué, ¿de qué estabas hablando?- Me hice la desinteresada.
-Hmm… de que si
tenias alguna mascota.- Volvió a preguntar algo confundido.
-Oh, Claro, tengo una
perra, una labradora, se llama Angie.
-Genial, ¿cómo es?-
Quería seguir la conversación pero no sabia como.
-Es negra con ojos
miel.
-Wow! Que adorable,
¿cómo los míos?- Nos miramos y hubo un silencio incómodo pero desapareció
cuando él sonrió.
-Si, jaja,
exactamente como los tuyos.- Me subió una sensación extraña por la espalda y me sonrojé.
El rió y seguimos
caminando para alcanzar a Ben y Britt, nos habían sacado una cuadra y media de
distancia. Estábamos por cruzar la calle, yo estaba muy nerviosa y no sabia que
hacer, y me puse a jugar con el pelo y no le presté atención a la calle.
-¡¡Melodyyy!!-
Escucho un grito y miro a mi derecha y veo un auto a mucha velocidad, y el
conductor estaba usando el celular así que no estaba mirando si había alguien.
De repente alguien me empuja para la vereda y me caí, era Pear. Me había
salvado la vida, esta era una razón mas para estar enamorada de él. -¿Estás
loca?- Pear se sentó al lado mío, estaba muy preocupado estaba todo rojo como
si estuviese a punto de llorar.
-Disculpa, no preste
atención, ¿estás bien vos?- Le pregunte por curiosidad.
-¡Te pudiste haber
matado! Yo estoy bien, pero no importa, lo que importa ahora eres tu.- Al decir
esto, Benjamin y Brittany voltearon y vinieron corriendo hacia donde estábamos.
-¿Qué ha sucedido?
-Mel, ¿estas bien?
Todos preguntaron al
mismo tiempo, ya ni sabia quién me hablaba solo sentía un pinzamiento en el
tobillo derecho.
-Hay que llevarla al
hospital, se doblo el pie.- Propuso Benjamin
-Andando, yo mientras
llamo a Elizabeth.- Dijo Brittany
En eso, Pear me
miraba, estaba muy preocupado, pensaba que esto había sido su culpa. Pearse
agarro mi mochila, me agarré de los hombros de Brittany y Benjamin y fuimos al
hospital. Los médicos me hicieron una radiografía y en ella no mostró nada
malo. Solo me vendaron el tobillo y la rodilla que la tenía raspada.
Salimos del hospital
y nos dirigimos nuevamente al colegio contando anécdotas y riendo de lo que
había sucedido, pero toda alegría se esfumó cuando entramos a clases.